Pacientes con tratamientos múltiples (polimedicados) con respuesta inadecuada a los medicamentos. Ayuda a decidir que fármaco eliminar y cual introducir, reduciendo potencialmente el número de medicamentos. Pacientes con al menos una falla terapéutica que implique un cambio de medicamento y/o sean intolerantes a la medicación. Disminuye notablemente el método de ensayo y error, evitando eventos adversos que reduzcan la adherencia la tratamiento. Pacientes sensibles como niños, adolescentes o con enfermedades concomitantes no psiquiátricas. Evita la cronificación de la condición y el daño orgánico.